
A ganas no le podían ganar hoy al Betis. El equipo ha realizado un encomiable ejercicio de cabezonería y no ha parado hasta que le ha ganado el partido al Nastic de Tarragona. El Betis Lo ha intentado de todas las maneras posibles, y cuando parecía que la oportunidad de recortar distancias con el ascenso se esfumaba, un penalti cometido sobre Nacho lo ha transformado Emaná. El 0-2 pudo llegar, pero Mehmet falló otra pena máxima y se esfumó la victoria.
Empezó apretando de lo lindo el Betis. Mucho más metidos que unos rivales que no se jugaban nada, los de Víctor Fernández se hacían de entrada dueños del balón y circulando con velocidad llegaban con peligro. Emaná, Pavone, y sobre todo Mehmet Aurelio (omnipresente durante toda la primera mitad) gozaban de suficientes ocasiones para inaugurar el marcador... pero el gol no llegaba y los minutos jugaban en contra de los de Heliópolis. El Nastic sólo podía parar con faltas al Betis y el árbitro, muy torpe y permisivo con los catalanes, le perdonaba al juvenil Vélez la expulsión en una jugada que podía haber supuesto un punto de inflexión en el choque. Eso no pasó y el Betis, que siguió llegando, aunque en los últimos minutos a cuentagotas, se tuvo que conformar con las tablas al descanso.
En la segunda parte, salió mejor el Nastic, pero su empuje duró muy poco. La calidad del Betis se fue imponiendo poco a poco hasta que llegó el gol. Emaná servía para Nacho, este era objeto de penalti cuando se disponía a fusilar al portero, y el árbitro cobraba la clarísima pena máxima. Emaná lo transformaba. Sólo cinco minutos después, se producía otro penalti sobre Pereira (esta no era) y Mehmet Aurelio era el encargado de lanzar... y de darle emoción al partido. El turco se resbalaba en el momento de golpear la pelota y esta se iba fuera. No pasaría nada. El Betis aguantaba el resultado y con quince puntos en juego se ponía a tres del ascenso. Nada es imposible.

No hay comentarios:
Publicar un comentario